4 de Octubre de 2022
- Reflexión de Guillermo Serra
- Música: Desde mi interior- Pastoral de musica RMB
- San Francisco de Asís.
- Eclesiástico 50:1, 3-4, 6-7
1Simón, hijo de Onías, fue el sumo sacerdote que en su vida reparó la Casa, y en sus días fortificó el santuario.3En sus días fue excavado el depósito de agua, un estanque como el mar de ancho.4El cuidó de su pueblo para evitar su ruina y fortificó la ciudad contra el asedio.6Como el lucero del alba en medio de las nubes, como la luna llena,7como el sol que brilla sobre el Templo del Altísimo, como el arco iris que ilumina las nubes de gloria,
- Salmo 16:1-2, 5, 7-8, 11
1media voz. De David. Guárdame, oh Dios, en ti está mi refugio.2Yo digo a Yahveh: «Tú eres mi Señor. mi bien, nada hay fuera de ti»;5Yahveh, la parte de mi herencia y de mi copa, tú mi suerte aseguras;7Bendigo a Yahveh que me aconseja; aun de noche mi conciencia me instruye;8pongo a Yahveh ante mí sin cesar; porque él está a mi diestra, no vacilo.11Me enseñarás el caminó de la vida, hartura de goces, delante de tu rostro, a tu derecha, delicias para siempre.
Gálatas 6:14-18
14En cuanto a mí ¡Dios me libre gloriarme si nos es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por la cual el mundo es para mí un crucificado y yo un crucificado para el mundo!15Porque nada cuenta ni la circuncisión, ni la incircuncisión, sino la creación nueva.16Y para todos los que se sometan a esta regla, paz y misericordia, lo mismo que para el Israel de Dios.17En adelante nadie me moleste, pues llevo sobre mi cuerpo las señales de Jesús.18Hermanos, que la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén.
- Lucas 10:38-42
- Yendo ellos de camino, entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra, mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude.» Le respondió el Señor: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada.»