18 de Noviembre de 2024
Reflexión del Padre Mariano.
- Música: En mi Getsemani, E. Meana. Cover.
- XXXIII lunes durante el año.
Primera lectura
Lectura del primer libro de los Macabeos 1,10-15.41-43.54-57.62-64
En aquellos días, brotó un vástago perverso Antíoco Epífanes, hijo del rey Antíoco. Había estado en Roma como rehén y subió al trono el año ciento treinta y siete de la era seléucida.
Por entonces surgieron en Israel hijos apóstatas que convencieron a muchos:
«Vayamos y pactemos con las naciones vecinas, pues desde que que nos hemos aislado de ellas nos han venido muchas desgracias».
Les gustó la propuesta y algunos del pueblo decidieron acudir al rey.
El rey les autorizó a adoptar la legislación pagana; y entonces, acomodándose a las costumbres de los gentiles, construyeron en Jerusalén un gimnasio, disimularon la circuncisión, apostataron de la alianza santa, se asociaron a los gentiles y se vendieron para hacer el mal.
El rey decretó la unidad nacional para todos los súbditos de su reino, obligando a cada uno a abandonar la legislación propia. Todas las naciones acataron la orden del rey e incluso muchos israelitas adoptaron la religión oficial: ofrecieron sacrificios a los ídolos y profanaron el sábado.
El día quince de casleu del año ciento cuarenta y cinco, el rey Antíoco mandó poner sobre el altar de los holocaustos la abominación de la desolación; y fueron poniendo aras por todas las poblaciones judías del contorno.
Quemaban incienso ante las puertas de las casas y en las plazas. Rasgaban y echaban al fuego los libros de la ley que encontraban; al que le descubrían en casa un libro de la Alianza, y a quien vivía de acuerdo con la ley, lo ajusticiaban según el decreto real.
Pero hubo muchos israelitas que resistieron, haciendo el firme propósito de no comer alimentos impuros. Prefirieron la muerte antes que contaminarse con aquellos alimentos y profanar la Alianza Santa. Y murieron.
Una cólera terrible se abatió sobre Israel.Salmo de hoy
Sal 118,53.61.134.150.155.158 R/. Dame vida, Señor, para que conserve tus preceptos.
Sentí indignación ante los malvados,
que abandonan tu ley. R/.Los lazos de los malvados me envuelven,
pero no olvido tu ley. R/.Líbrame de la opresión de los hombres,
y guardaré tus mandatos. R/.Ya se acercan mis inicuos perseguidores,
están lejos de tu ley. R/.La salvación está lejos de los malvados
que no buscan tus decretos. R/.Viendo a los renegados, sentí asco,
porque no guardan tus palabras. R/.EvangelioLucas 18:35-43
Sucedió que, al acercarse él a Jericó, estaba un ciego sentado junto al camino pidiendo limosna; al oír que pasaba gente, preguntó qué era aquello.Le informaron que pasaba Jesús el Nazareno empezó a gritar, diciendo: «¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!»Los que iban delante le increpaban para que se callara, pero él gritaba mucho más: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!»Jesús se detuvo, y mandó que se lo trajeran y, cuando se hubo acercado, le preguntó:«¿Qué quieres que te haga?» El dijo: «¡Señor, que vea!»Jesús le dijo: «Ve. Tu fe te ha salvado.»Y al instante recobró la vista, y le seguía glorificando a Dios. Y todo el pueblo, al verlo, alabó a Dios. -